Podría lograrse con microrrobots?
Los microplásticos, fragmentos minúsculos y difíciles de degradar de fibras textiles, botellas de agua y otros productos sintéticos, se han abierto camino hasta el aire, el agua y el suelo de todo el mundo. Ahora, una nueva investigación publicada en ACS Applied Materials & Interfaces ha demostrado una manera de inducir su descomposición, al menos en el agua, usando ciertos microrrobots aún más pequeños. Al añadirlos al agua junto con peróxido de hidrógeno, estos dispositivos del tamaño de una bacteria se adhieren a las partículas de los microplásticos y comienzan a fragmentarlas.
Los microrrobots en cuestión son metálicos, tienen forma de estrella de cuatro puntas y se hallan recubiertos de partículas magnéticas. La exposición a la luz visible hace que sus electrones absorban energía y reaccionen con el agua y el peróxido de hidrógeno en un proceso denominado fotocatálisis. Como resultado, los robots se mueven. «Barren un área mucho mayor que la que se podría abarcar con una técnica estática», explica Martin Pumera, investigador de la Universidad de Química y Tecnología de Praga y coautor del estudio. Cuando los microrrobots se fijan al plástico, la fotocatálisis también produce moléculas cargadas que rompen los enlaces químicos de las moléculas del plástico, de modo similar a como un joyero corta los eslabones de una pulsera.